martes, 24 de outubro de 2023

MANIFESTO POLAS BIBLIOTECAS ESCOLARES

Fai uns anos que  o galego Agustín Fernández Paz escribiu un precioso manifesto polas bibliotecas escolares. Hoxe queremos lembralo dunha forma moi especial:

Donde hay una biblioteca hay luz

ABRE LAS PUERTAS y entra. Entra en el espacio que aguarda por ti, en este ámbito donde cada palabra es un don que recibimos como regalo. Recorre todos los rincones de esta casa de la libertad, respira este aire que no sabe de fronteras, déjate llevar por la corriente de aromas que anuncia los tesoros de la biblioteca.

Estamos en un lugar especial, sería imposible confundirlo. Desde el cielo debe verse como un punto de luz brillando con la intensidad mayor, como un aleph que contiene la memoria y los sueños de la humanidad. Una luz que ilumina como un faro entre  las tinieblas, con el rítmico latido de un  corazón inmenso que expande ondas de libertad y de esperanza por el territorio que la circunda.

Quizás podríamos seguir viviendo si nos faltara este aire que nos hace vibrar todas las células de nuestro cuerpo, quizás las personas continuaríamos con nuestra existencia rutinaria si no existiese la biblioteca, pero algún lugar decisivo quedaría vacío en nuestro corazón.

Nos faltaría la energía que nos hace desear una vida mejor, una ciudadanía más libre, una sociedad más justa. Nos dolería no escuchar la voz de las personas de las que sufrieron la historia y de las que sufren ahora mismo; sería insoportable oír sólo las palabras de los que pretender dirigir y controlar nuestras vidas.

Para que esto no suceda, abre las puertas y entra. Ábrelas siempre, todas las puertas, pues cada vez que lo haces te incorporarás al río subterráneo que alimenta a la biblioteca, al torrente de libertad que la hace vivir y le da ánimos renovados.

Como las campesinas que se afanan en la recogida de espigas entre los surcos después de la siega, también los escritores recogen las palabras una a una y elaboran con ellas el pan humilde de sus textos. De este modo hacen que lleguen hasta nosotros, siempre nuevas y siempre sorprendentes, pues los libros poseen la insólita capacidad de revivir y reinventarse en cada nueva lectura.

Todas las personas necesitamos las historias, los sueños, las palabras, tal vez sea una característica inscrita en el ADN de la humanidad. Las necesitamos como el comer, como el beber agua, claro que sí. Para entender el mundo y para entendernos a nosotros mismos, para soñar otros destinos, para celebrar los dones que la vida nos da. Sabemos que no podemos vivir sin el aliento de la imaginación y la creatividad, sin las palabras que expresan la variedad y la belleza de nuestros deseos y de nuestros sentimientos.

Por todo eso, abrazamos los libros. Ellos contienen los sueños, las pasiones, los miedos, los amores, las risas. En sus páginas habita la inmensa variedad de sentimientos y experiencias de la humanidad, de las personas que viven ahora en cualquier lugar del mundo y de las que desaparecieron hace muchos años. Los libros: ríos de palabras que se nos ofrecen con generosidad para ayudarnos a entender el oficio de vivir, para cambiarnos la vida e implicarnos en la transformación del mundo.

DONDE HAY UNA BIBLIOTECA HAY UNA LUZ que atraviesa todos los muros, una luz que se hace más intensa cuando crecen las personas que la incorporan a sus vidas. Las mismas personas que, más tarde, al caminar por las calles y plazas, llevarán con el reflejo esa luz, la semilla de ese mundo nuevo que algún día haremos crecer. Un mundo más solidario, más plural, más culto, más justo. Un mundo donde no se escuche la voz adormecedora de los poderosos, sino las palabras múltiples y diversas de todas las personas que habitamos esta casa común que es nuestro planeta.

Ningún comentario:

Publicar un comentario